Los dummies, muñecos que imitan a humanos gracias al manejo y el arte del ventrílocuo, centran buena parte de los seis relatos de este libro de horror grotesco. Cuentos que nos llevan a varietés de pueblos ignotos, teatros ambulantes y museos del horror, circos decadentes, salones espiritistas en que objetos rituales tratan de captar la esencia humana e, incluso, sociedades tecnificadas en que la muñeca clásica hiperrealista y la robótica se fusionan para crear un esperpento aún mayor.