De los matrimonios compuestos por una Sylvia y un Ted el más famoso y pertinente es el de los poetas Plath y Hughes, claro que la suya es una historia muy triste.
Hughes vio a Plath por primera vez cerca de Charing Cross mientras se comía un melocotón. Entre las chicas que aparecían en la fotografía de los becarios Fullbright se fijó en los ondulados cabellos rubios de Plath, en su exagerada sonrisa norteamericana, en el flequillo a lo Veronica Lake. Él era un poeta prometedor, ella se casó convencida de que no tardarían en ser famosos. Un par de viajes juntos, nacieron dos hijos, compartían la máquina de escribir, elogios para los poemas de Hughes. Después viene una variación de la conocida secuencia de adulterio y fuga masculina, con un final contundente: el suicidio de Plath.
Hasta aquí la historia exterior.
La historia interior se bifurca en las versiones de los dos cónyuges, la de Plath se perdió con los diarios que su marido destruyó minuciosamente; Hughes se inclinó por esconder su relato durante décadas y sólo unos meses antes de morir publicó Cartas de aniversario, donde con la mano firme despellejaba su primer matrimonio sobre las páginas.
2010
Olifante
Tarazona
9788492942022